El momento en el que la Semana Santa de la capital aragonesa adquiere la estética actual, es en el año 1936, cuando después de una huelga de los terceroles (porteadores encargados de llevar los pasos en la procesión del santo entierro, que se celebra el día de Viernes Santo) un grupo de fieles de la imagen de la Piedad, crean una cofradía para poder sacar a la virgen de la Piedad por las calles de Zaragoza, adquiriendo el capirote como prenda de cabeza y copiándolo de Andalucía. Después de la fundación de la Cofradía de la Piedad y del Santo Sepulcro, se comenzarían a fundar nuevas cofradías. Es a partir de este momento en el que se puede decir que comienza la etapa de la Semana Santa moderna.
En los años 40, la cofradía de la siete palabras, fundada por un grupo de jóvenes de la acción católica, introducen un piquete de tambores durante su cortejo procesional copiándolo del bajo Aragón, a partir de este momento todas las cofradías toman el tambor y el bombo en sus cortejos. Actualmente, es el mayor reclamo turístico de esta Semana Santa, ya que muchas cofradías poseen secciones de tambores que superan las 350 personas, siendo las más numerosas las secciones de la Cofradía del Prendimiento del Señor y la Cofradía del Descendimiento del Señor, la cofradía de las siete palabras y la cofradía de la columna.